Como parte del ministerio del se. A lo largo de su vida de servicio el se Ver Lunas de hiel Online HD / Bitter Moon (1992) - Pel Fragmentos de LA CELESTINA (Fernando de Rojas) Calisto encuentra a Melibea. Conviene observar el lenguaje artificioso, ret. Utilizan rimas, finales. Lunas de Hiel - (Bitter Moon); dirigida por Roman Polanski en 1992 tambi. Emmanuelle Seigner, Hugh Grant, Kristin Scott Thomas, Peter Coyote, Sophie Patel. Traducido por Abadesa Juliana (Chile) Contenido: Oraci. 2:2 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llen Aquel prodigio asombroso. Estas son las palabras que habl Bitter Moon (Lunas de hiel, en Espa A Goya A Phocas el campesino Acuarela ! Yo soy aquel que ayer no m. Esto es: un libro de lecturas literarias, atento a la escala de intereses del ni. Pero cuando este acercamiento ha querido intentarse alguna vez, en los l. Y otras veces, contrariamente, el intento se ha limitado a contar para los ni. Hemos preferido acoger, al margen de toda preocupaci. Ciclo primitivo de las cosmogon. Corresponde al primer inter. Corresponde en la vida del ni. Una doncella, llena de sencillez campestre y religiosa; un joven rey cazador, hijo de la luna, y el amor luchando contra el destino. Este es el fondo del hermoso drama, escrito, no se sabe cu. Sus lagos son de agua azul, siempre inm. Ella, hermosa y delicada como un jazm. Con granos de arroz y d. Sus amores son las flores y los . Era la hermosa Sakuntala, que con otras dos doncellas, regaba los . Llevaba una humilde vestidura de corteza de . Pero su noble aspecto y la delicadeza de sus palabras las tranquilizaron, y ofrecieron al desconocido el plato de leche, arroz y frutas, ofrenda sagrada de hospitalidad. Los disc. El rey no pudo negarse a ir con ellos, pero sus ojos no se apartaban de la hermosa Sakuntala, que quedaba all. Pero sus manos cogieron una hoja de loto, y sobre ella escribi. Y en el silencio del bosque, bajo los ojos de los dioses, le di. Antes de partir, Duchmanta habl. Cuenta una letra por cada d. Y el destino cruel arrebat. Entre las aguas del sagrado r. El venerable Kanva, que lleg! Y el cuclillo del bosque cant. Y luego, como manda la Escritura, todos los ascetas la acompa. El rey, respetuoso con los habitantes del bosque sagrado, les hizo pasar en seguida a su presencia, interrog. Los ascetas respondieron, inclin! El venerable Kanva te env. Venimos a traer la esposa a casa del esposo. Ni el nombre de la doncella ni su rostro le recordaban nada. De este modo se cumpl. Yo no he visto en mi vida a esta linda muchacha ni he o. Luego, las fuerzas la abandonaron y hubo de apoyarse, desfallecida, en sus compa. Pero el pobre pescador neg. Como una nube que se descorre dejando paso al sol, as. Y mandando uncir su brillante carro, march. Nadie la ha vuelto a ver, nadie puede indicar sus huellas. Y Duchmanta llora de dolor y de arrepentimiento, un a. Y en el veloz carro de oro, disparando sus flechas por encima de los rel. Y al internarse entre los . Al hacer esto, el aya del ni! Entonces, temblando de esperanza, cogi. Luego puso nuevamente en su dedo el anillo nupcial. Y en el carro de oro del celeste Indra volvieron los tres a su reino. Los mismos dioses, conmovidos por esta sencilla historia, la escribieron despu. El mayor, Nala, era m. Cuando atrevesaba la ciudad, al frente de sus ej. Era valiente y piadoso, conoc. Su hermano Puskara era enteco y envidioso. Le gustaba vivir en la sombra, y jam. Su voz era tan melodiosa, que al hablar parec. Los viajeros que cruzaban el pa. El rey Bhima la adoraba, y le di. El cisne, al sentirse preso, lanz! Si me concedes la vida yo ir. La princesa se dirigi. Entonces el cisne le habl. Que lo mejor se una a lo mejor. Damayanti escuchaba al cisne, y sus labios se entreabr. Y di a Nala que se ponga en camino, que venga a casa de mi padre. Corren los heraldos lanzando su preg. Van en ilustres carros, seguidos de brillantes cortejos. Entre todos destaca el carro dorado de Nala, tirado por veloces caballos salvajes. Es la v. Hoy todos los caminos de la India conducen a la corte de la princesa Damayanti. Y el preg. Descendamos a la corte de Bhima, y que Damayanti elija su esposo entre los dioses. Y con deslumbrantes cortejos, Indra, Agni, Kali y todos los dioses se encaminan en carros de oro hacia el pa. Bhima recibe a todos con el rostro sonriente, dichoso de ver en su reino a los m. Cuando entran los dioses se inclina gravemente ante ellos, deslumbrado por su aire majestuoso. Pero cuando hace su entrada Nala se oye en todas partes un grito de admiraci. Entre los dioses se sienta; los pr. Trae en sus manos una guirnalda de lotos para ofrecerla al elegido de su coraz. Sus ojos, sonrientes y turbados, se posan sobre todos los pretendientes, y al ver a Nala, su coraz. Sin vacilar va hacia . Pero los dioses ven que van a ser p. Todos los dioses han tomado figura de Nala, y Damayanti ve delante de s. Entonces comprende que es una treta urdida por los dioses y les reza con toda la ternura de su coraz! El cisne me trajo su palabra de amor, y quiero serle fiel. Vuestra gloria es tan grande, que no puede caber en el amor de una d. Presentaos en todo vuestro esplendor para que yo pueda distinguir al rey Nala, a quien ama mi coraz. Los reyes celestes se presentan en toda su gloria: sus ojos est. En medio de ellos, Nala, con los pies en el suelo, tiembla de esperanza. Entonces Damayanti, alegre y t. Los poetas entonan sus mejores cantos en honor de Nala y Damayanti, y los mismos dioses, a pesar de su derrota, perdonan el orgullo de los hombres y dan su bendici. Es Kali, el dios vengativo, en cuyas manos est. Su reinado comienza con la mayor felicidad y los dioses inmortales les conceden un hijo y una hija. Pero Kali no olvida su venganza, y busca la alianza de Puskara, el perverso hermano de Nala. Nala, por complacerle, accede a la partida, y el juego comienza. Tira los dados; tira los dados Puskara, y Nala pierde su anillo. Y pierde, una a una, todas sus joyas, y sus armas, y sus caballos, y sus carros de guerra. El perverso Kali sonr. Y Nala se ciega cada vez m. Pasan las horas y los d. Los consejeros de Nala est. Damayanti, en su palacio, llora sin cesar. Pero Nala no escucha las palabras de sus consejeros ni piensa en su esposa ni en sus hijos. Juega siempre, cogido de una extra. Pierde todo su oro y su plata, sus palacios, sus jardines, sus tierras y sus vestidos. Damayanti tiembla por la suerte de sus hijos, y con un ayo fiel los env. Entonces Puskara le dice riendo: -Dejemos el juego, hermano. Sin pronunciar una palabra se levanta, arroja sus . La princesa le recibe en sus brazos llena de ternura: -Oh mi bien amado! Querido me eras en toda tu gloria. De nuestras riquezas solo nos queda este trozo de tela grosera. Cruzan la ciudad, salen al campo, y al caer la noche, santamente enlazados, se tienden sobre el suelo. Nala llora. Damayanti canta y enjuga sus l. Nala la contempla, conteniendo sus sollozos. Tu fidelidad te ata a mi triste destino. En los malos caminos, en el hambre y en el fr. Yo he pecado contra los dioses, olvidando mis deberes de rey y de esposo, y debo expiar mi culpa. Vuelve a casa de tu padre, donde tus hijos te esperan. Damayanti duerme y sonr. Varias veces ha intentado ya huir, pero su amor le hace volver otras tantas veces al lado de la esposa dormida. Al fin, cuando el primer albor aclara el horizonte. Sin despertarla, rasga en dos pedazos la tela que los cubre, toma uno para envolverse y la besa en silencio. Despu? Ha sido atacada por las serpientes y los malhechores. El viento y el sol han castigado su carne delicada. Y anda, anda siempre, llamando en voz alta a Nala, que la ha abandonado. A los tigres pregunta por el hermoso Nala, y los tigres la miran dulcemente sin responderle. Pregunta a los ascetas de la Monta. Y los dioses os bendecir. Unos mercaderes la recogen compadecidos de sus ojos de gacela y su belleza castigada de sol. Lleva la caravana gigantescos elefantes ricamente enjaezados y se dirige al reino feliz de los Chedis. En un campo verde acampan, junto a un lago florecido de lotos. Pero a media noche un reba. De entre las llamas oye salir una voz: - . Era un Naga, un duende travieso, encantado en el bosque por la maldici. Tu valor me ha salvado. En prenda de gratitud voy a revelarte el porvenir. Pero tus penas alcanzar. Su rostro estaba cambiado y era de una horrenda fealdad.- As. Vete al palacio del rey Rituparna y trabaja all. No descubras a nadie tu nombre ni tu patria. Cuando encuentres de nuevo a Damayanti ser. Arroja entonces ese manto rojo y volver. Nala trabaja humildemente en los establos del rey Rituparna. Limpia las cuadras y los carros, da pienso a los caballos y doma los potros salvajes. Ve por la tierra y busca sin descanso, d. Di a Nala que no tenga reparo en venir a mis brazos; le dar. Que los dioses te protejan, Sudeva. Cien d. A pesar del sol y del viento, a pesar del hambre y el fr. Y Sudeva vuelve a recorrer la tierra en busca del rey Nala. A los caminantes, a los p. Pero los ojos de Sudeva saben ver lo que no ven los ojos de los otros hombres. Y en todo esto recordaba Sudeva al gran Nala; le pregunt. Si aquel hombre extra. De un salto se coloca ante el rey: -Yo te llevar! Unce al brillante carro dos potros sin domar, de sangre picante, que se encabritan y piafan nerviosos al sentir los frenos de plata. Rituparna, con Sudeva y su cortejo, monta en el carro. Se acerca, se acerca; parece que vuela. Ya entra el carro en la ciudad, atronando sus calles dormidas. Ya llega ante el palacio. El hombre vestido de rojo desciende al suelo de un salto; corre a la puerta, derribando en su carrera a los centinelas, petrificados de asombro; sube la ancha escalinata como un loco, cruza las salas, llega a la terraza, Grita sin aliento: - . Libro sagrado que encierra toda la fastuosidad, la belleza y la sabidur. Su propio padre, Dasaratha, ha dado la orden de destierro. Y desde que Rama abandon. Yo recojo ahora el fruto de una criminal acci. Se alegraban las garzas y los pavos reales; los r. A tres inocentes ha matado tu afilada flecha, porque con el dolor de mi muerte morir. Vine por agua para mis padres, que, ciegos y solos en la selva, me aguardan con impaciencia. Tu malvada flecha nos quita la vida a los tres. Mi padre es sabio, pero ? Ese sendero va a la ermita donde viven mis padres; corre pronto a su lado, . Pero antes, por los dioses te pido, s. Hablaban de su hijo, temerosos por su tardanza. He cometido un horrendo crimen, y vengo a ti, . Con el arco en mano fui a la orilla del Sarayu deseoso de cazar el b. Luego me, dijo, entre l. Pero si ha sido sin pensarlo, tu pena ser. Ya que no podemos verle, ll. La madre besaba su rostro, ya fr. Espera, y luego partir. Espera, y tu padre y yo iremos contigo. Y luego le hablaba el padre: -Hijo m? Sin culpa has muerto, hijo m. Lavaron su cuerpo; y hecha la abluci.
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December 2016
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